Hoy es un día sumamente triste, murió uno de esos seres que nunca deberían morir, si bien el era una de esas personas que seguramente dios nos los había prestado, para hacernos saber que quería decir ser una gran persona, un gran artista, un gran padre, un gran amigo. Para que aprendiéramos a ser mejores todos. Ése préstamo debería haber durado eternamente. Hombres como Luis Giraud nos hacen falta por y para siempre.
Luis, somos muchos los que empezamos a mirar la vida desde otro lugar después de conocerte, viejo amigo Giraud, te estoy llorando.
Horacio Labraña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario